Roger Waters: "'The Wall' atraviesa las generaciones"

En Francia, donde se encuentra terminando una ópera, el ex líder de Pink Floyd conversó con "Wikén" a propósito del vigésimo aniversario del lanzamiento del clásico álbum y del proyecto de publicación de material en vivo inédito de la banda. "Será como un documento histórico", cree el músico, quien no habla con sus ex compañeros de grupo desde hace más de diez años.


El otoño parisino dejaba caer sus intermitentes lluvias, cuando en el salón Marly, del elegantísimo "Hotel de Crillón", Roger Waters recibía con tranquilidad a la prensa internacional como parte de su contribución al vigésimo aniversario de uno de los discos más famosos de la historia. Pero nada más. El mismo reconocería, más tarde, que "no tengo nada que ver con la decisión de este lanzamiento".

El músico se refiere a una versión en vivo de "The wall", trabajo originalmente publicado en 1979 como una ópera rock en formato doble y en la que Roger Waters compartía con el mundo la paranoia de una estrella de rock como él, atribulado por fantasmas de su niñez y las exigencias de su fama.

Gracias a canciones como "Confortably numb", "Mother" y, especialmente, "Another brick in the wall. Pt. 2", Pink Floyd alcanzó audiencias hasta entonces insospechadas, ubicando al grupo durante 15 semanas en el tope del ranking de ventas estadounidense.

"Is there anybody out there? The wall live" será el título del disco que aparecerá el 7 de febrero próximo, a exactos veinte años de la primera presentación en vivo del álbum, en Los Angeles. El lanzamiento había sido anunciado en un principio para diciembre, pero diversas exigencias técnicas retrasaron su salida.

La placa contendrá registros de shows realizados por Pink Floyd durante 1980 y 1981, que fueron grabados pensando en su inclusión en la película homónima que en 1982 estrenó Alan Parker. Se trata de material que nunca fue utilizado y que no había sido mostrado hasta ahora.

Las cintas debieron ser remezcladas por el ingeniero James Guthrie, el mismo que trabajó en el clásico álbum. "Me ha estado mandando las mezclas para que le dé mi opinión en la medida en que va avanzando", cuenta Roger Waters. "Ya he recibido las primeras y suenan bien".

- ¿Ha retomado algún tipo de relación con los demás miembros de Pink Floyd a propósito de este proyecto?

"No".

- ¿Y hay alguna posibilidad de que vuelva a realizar algo junto a Pink Floyd?

"No".

- ¿Pero mantiene contacto con Gilmour o los otros integrantes del grupo?

"No".

Si Waters parece escueto es porque habla desde una posición, en rigor, ajena a Pink Floyd. Una creciente rivalidad personal y artística culminó, en 1986, con el bajista demandando judicialmente a sus compañeros de entonces - el guitarrista Dave Gilmour y el baterista Nick Manson- para acabar con su alianza profesional e impedir que éstos se quedasen con el nombre del grupo.

Waters perdió y sus antiguos aliados - junto al reincorporado tecladista Rick Wright- mantienen hasta hoy a Pink Floyd funcionando como un gran mastodonte rockero con esporádicos golpes comerciales, como "Momentary lapse of reason" (1987) y "The division bell" (1994).

- ¿Cuál es, a su juicio, la marca que ha dejado "The wall" a través de las generaciones?

"Pienso que las ideas de la obra unen a personas de todas las edades. Las cargas sicológicas son las mismas, no han cambiado en estos últimos veinte años. Pienso que "The wall" atraviesa las generaciones y por eso siempre está renovando su público".

- ¿Se esperaba el éxito de "The wall" al concebirlo?

"Sí".

- ¿No lo sorprendió?

"No. También pensé lo mismo con "The dark side of the moon"", dice Waters refiriéndose al disco que Pink Floyd publicó en 1973 y que les abrió las puertas del mercado norteamericano.

- Mucha gente recuerda a "The wall" como un símbolo del rock progresivo. ¿Tenía usted la noción de estar incursionando en un terreno desconocido en los conceptos del disco?

"Sí", dice Waters, quien no sólo compuso, sino también co-produjo e interpretó la guitarra, el bajo y la voz en todo el disco. "Logré expresar con mayor coherencia algo que ya había estado trabajando en discos anteriores: temas más largos, un conjunto de ideas para crear un todo. Eso que se convirtió luego en lo que la gente entiende por un álbum conceptual".

- En sus comienzos la banda fue muy psicodélica. ¿Se considera como un precursor de la música electrónica actual?

"No tengo idea. Pienso que la tecnología siempre ha forjado su camino, ya sea en formas digitales como ha sido el caso de la música popular, o en los fotomontajes realizados por David Hockney. A veces la tecnología puede ayudar, pero otras veces el trabajar con máquinas puede hacer perder mucho tiempo".

En 1980, los conciertos de presentación de "The wall" marcaron un hito en la historia de los montajes musicales. Durante sus presentaciones, la banda comenzaba a ser rodeada por un muro real, que se iba levantando a medida que se sucedían las canciones del disco. "Era muy excitante. Un trabajo muy duro y satisfactorio", recuerda Waters.

- ¿Qué anécdotas recuerda de la grabación del disco?

"Todo fue muy rápido. Si yo necesitaba algún elemento para el disco decía okey, enchufen aquí una tele, pongan enfrente un micrófono y hagan andar la multitrack. Y cualquier cosa que estuviera apareciendo en la televisión en ese momento quedaba registrada para el disco. Nada se buscó de manera demasiado premeditada. En otras ocasiones sacábamos un micrófono a la calle y grabábamos el tráfico. Cosas así".

- ¿Cuánto se demoraron en realizar el disco?

"Trabajamos en Francia cerca de cuatro meses y luego otros cuatro en Los Angeles, así es que tardamos alrededor de siete u ocho meses".

- ¿Quién tuvo la idea de hacer la película?

"Bueno, yo siempre tuve la idea de hacer una película, y luego lo discutimos con Alan Parker y Joe Scott. Alan Parker siempre tuvo muy claro que no debía ser un filme en el que saliera la banda tocando, sino una película narrativa, que usara la música como un hilo conductor para contar la historia".

El filme "The wall" se unirá al proyecto aniversario, relanzándose en VHS y DVD con sonido remasterizado e imágenes no incluidas en la versión original.

"No Quiero Escuchar el Disco"

Iniciado oficialmente como solista en 1984, con el álbum "The pros and cons of hitch hiking", Roger Waters se mantiene hasta hoy ocupado en diferentes proyectos musicales. El más reciente es una ópera acerca de la Revolución Francesa, que el músico inglés graba por estos días en París y que espera publicar el año 2000.

"Además, en febrero entraré a estudio para trabajar en un nuevo álbum pop, un disco con mis propias canciones", adelanta. "El verano pasado hice una gira por Norteamérica en la que toqué una de las nuevas composiciones, así que estoy muy entusiasmado con la idea de hacer un nuevo trabajo".

- ¿Fue una decisión muy difícil para usted abandonar Pink Floyd?

"Lo que pasó con Pink Floyd fue que desde "Dark side of the moon" comenzamos a distanciarnos. En un momento u otro llegaría el punto en el que ya no podría seguir trabajando con ellos. Yo estaba componiendo cada vez más y ellos cada vez menos, así es que no era una colaboración feliz. Eso es todo lo que se puede decir".

Waters retomará el tema más tarde, para descartar los rumores que han circulado en torno a una posible reunión con sus ex-compañeros para conmemorar el relanzamiento de este nuevo proyecto.

""The wall" no se está presentando ahora y no se va a presentar", confirma el músico, quien montó por última vez su espectáculo para celebrar la caída del Muro de Berlín, en 1990, y no proyecta repetir la experiencia.

"Me pidieron volver a montarlo el próximo verano en Norteamérica. Dijeron que sería un espectáculo gratuito, para algo así como un millón de personas. Pensé bueno, quizás. Pero luego, cuando quise saber quién pagaría todo, me respondieron que conseguirían auspicios de empresas multinacionales. Entonces dije no, muchas gracias".

- Y acerca de esta nueva edición de "The wall", ¿piensa que es algo nuevo, un aporte musical o sólo una operación de marketing?

"Creo que puede ser muy interesante para la gente que fue seguidor de Pink Floyd y que le gustaría tener esta grabación. Es como un documento histórico. Pero la motivación de sacar este disco a la venta es claramente el dinero. Yo no tengo nada que ver con eso. La decisión es de EMI y de mis antiguos colegas".

- ¿Y no tiene usted los derechos?

"No, por supuesto que no. Los derechos de esos discos son del sello y la decisión de editarlo recae en la compañía Pink Floyd Music Ltda., de la cual sólo tengo el 25 por ciento. Así es que mi decisión carece siempre del peso suficiente".

- ¿No considera que vale la pena hacerlo?

"Yo no lo hubiera sacado a la venta. Pero eso no quiere decir que me parezca una cosa mala. Es sólo que ni siquiera quiero escucharlo. De cualquier forma, la decisión ya está tomada por otros, así es que estoy dispuesto a hablar de ello porque es mi trabajo".

A CHILE, AUNQUE A PESCAR

- ¿Ha planeado algo para el Año Nuevo?

'Sí. Estaré en casa con mi esposa, tomaremos champaña y veremos los fuegos artificiales".

- ¿Qué piensa sobre el hecho de tener fans en todo el mundo?

"Me encanta que mi música se haya difundido. La única nueva canción que toqué en mi anterior gira, "Each small candle", comienza con un texto proveniente de Sudamérica, escrito por un hombre que fue torturado, no sé si en Chile, Argentina o Nicaragua. Me lo dio un periodista italiano y le puse música, pero le agregué un texto mío que dice cada pequeña vela ilumina un rincón de la oscuridad. Trata sobre la idea de que la responsabilidad personal puede potenciar acciones colectivas, en el sentido de que sólo podemos cambiarnos a cada uno, pero que a través de cambios individuales sucede algo mágico. De eso se trata mi nuevo disco".

- ¿Piensa ir a Chile en una próxima gira?

"No, no planeo ir a Chile".

- ¿Y le gustaría?

'Sí, me encantaría. ¿Es buena la pesca allá?".

- Sí.

"Amo la pesca con mosca, siempre he querido ir a Sudamérica a pescar. Lucas Bridges, un gran amigo de mi abuelo, a quien conocí cuando era muy pequeño, escribió un libro llamado "The ultimate part of the earth" sobre la exploración de la Tierra del Fuego, en la Patagonia. Siempre he querido ir ahí".

Entrevista concedida al diario El Mercurio y publicada en la sección Wiken del día viernes 5 de noviembre de 1999

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